La primera edición de Le Petit Dakar ha sido dura, como lo es su hermano mayor. Las pistas del sahara Occidental han provocado algunas averías y caídas pero con el espíritu de colaboración y solidaridad de los participantes hemos conseguido superar todas las dificultades.
La BMW R1200 GS de Josep recibía una pedrada en el radiador de aceite en la tercera etapa y tuvo que ser remolcada hasta el campamento pero al día siguiente, ya reparada, volaba sobre las dunas.
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